lunes, 18 de julio de 2011

El poder de la palabra

Cuenta una historia que acabo de encontrar y meditar que...
...En cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a un auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás. De repente fue interrumpido por un hombre que le dijo airado: "¡No engañe a la gente! El poder está en las ideas, no en la palabra. Todos sabemos que las palabras se las lleva el viento. Lo que usted dice no tiene ningun valor!"

El maestro lo escucha con mucha atención y tan pronto como termina, le grita con fuerza: "Cállate, estúpido; siéntate, idiota".

Ante el asombro de la gente, el aludido se llena de furia, suelta varias imprecaciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alza la voz y le dijo: "Perdone caballero, lo he ofendido y le pido perdón. Acepte, por favor, mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".

El señor se calma y le dijo al maestro: "Lo entiendo... y también yo le presento mis disculpas por mi conducta. No hay ningún problema, y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear sino para mirar otras opciones".

El maestro le sonrió y le dijo: "Perdone Usted que me haya comportado de esta manera, pero así hemos visto del modo más claro, el gran poder de las palabras. Con unas pocas palabras lo exalté y con otras le he calmado".
 

Añadió el maestro: "LAS PALABRAS NO SE LAS LLEVA EL VIENTO. Las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente. Las palabras curan o hieren, animan o desmotivan, reconcilian o enfrentan, iluminan o ensombrecen, dan vida o dan muerte.

Con pocas palabras podemos alegrar a alguien y con pocas palabras podemos llevarlo al desaliento y desespero.

Cuánta falta nos hace tomar conciencia del tremendo poder de las palabras. Ellas moldean nuestra vida y la de los demás. Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.

Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuanto estés airado y resentido, y habla solo cuando estas en paz y que el viento nunca se las lleve. Las palabras encierran una energía creadora transformante".

3 comentarios:

  1. Me ha iluminado mucho este cuento, nos recuerda que debemos ser auténticos artesanos de personas en todos los momentos de nuestra vida, gracias!

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  2. Esto es verdad.
    Cuantas veces uno habla sin pensar.
    Gracias!!
    DTB!!

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  3. Hola Tomás, muchas gracias por quedarte a mi lado. estoy tiempos son difíciles llegar al corazón del hombre, así que la fuerza de esa Palabra reside en como la vivimos nosotros.
    Estoy de vacaciones hasta septiembre, estoy muy cansada.
    Con ternura
    Sor.Cecilia

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