Bonito cuentecito este que acabo de encontrar por la red. Al leerlo he querido compartirlo con vosotros. Así dice:
Un pobre campesino regresaba del mercado al atardecer. Descubrió de pronto que no llevaba su libro de oraciones. Se hallaba en medio del bosque y se le había salido una rueda de su carreta.
El pobre hombre estaba afligido pensando que aquel día no iba a poder recitar sus plegarias. Entonces oró de este modo: He cometido una verdadera estupidez, Señor. He salido sin mi libro de rezos. Tengo tan poca memoria que sin él no sé orar. De modo que voy a decir cinco veces el alfabeto muy despacio. Tú, que conoces todas las oraciones, puedes juntar las letras y formar las plegarias que ya no recuerdo.
Y Dios dijo a sus ángeles: De todas las oraciones que he escuchado hoy, ésta ha salido sin duda alguna, la mejor. Una oración que ha brotado de un corazón sencillo y sincero.
Dios nos ama mucho!!
ResponderEliminarMe encantó.
Realiza una entrada
de pos JMJ, please!!!!!
SL2!!
DTB!!
Que frutos da la humildad y la sencillez! Gracias hermano!
ResponderEliminarEyyyy. Venga hombre. Mucho ánimo. Este blog me encanta y se necesitan jóvenes como tú en la blogosfera. Cada día miro mi blogroll a ver si nos ofreces otra de tus genialidades. Tienes un fan incondicional, asó que te espero.
ResponderEliminarUn abrazo
Olá Tomas!
ResponderEliminarÈ um prazer muito grande estar aqui no seu blog, repleto de paz e coisas boas.
Sim, orar em silêncio e com o coração, é o caminho.
Beijos, linda sua missão.
Espero que estes bien.
ResponderEliminarSaludos en Jesús y María.
Regresa pronto!! Please!!